Sin pruebas directas –como debió admitirlo su propio defensor- el ex espía Horacio A. Stiuso responsabilizó ante la jueza Palmaghini a CFK de la muerte de Nisman. Declaró que no tiene testigos ni sabe quién intervino en la muerte, pero aún con este andamiaje montado por el macrismo que se vino abajo, la magistrada pasó la causa al fuero federal.

Es lamentable que en democracia nuestro Presidente -siempre carente de evidencias -no se canse de buscar motivos para cargar culpas de toda índole contra CFK, para borrarla del mapa político, destruirla y hallar la manera de llevarla a la cárcel.

Ya su discurso en la inauguración del Congreso, sin propuestas, se limitó a adjudicarle todos los males que él acarrea con el liberalismo que encarna.

Vivimos con un Poder Ejecutivo que maneja a su antojo el Poder Judicial y con el apoyo del servicio de inteligencia que instaló y lo acompaña en su sed de venganza.

Cristina supo oportunamente echar y denunciar a Stiuso. El ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli, afirmó que al cumplir la orden éste amenazó con volver; confía que responde a la CIA y el Mossad.

Stiuso dijo que intervinieron iraníes sin información que lo respaldase. Desbarató el testimonio que proporcionó con anterioridad a Fein, contraponiéndose a las pericias en las cámaras de Le Parc, a las constancias del expediente, a 13 de 15 médicos forenses y cinco de seis criminalistas que atestiguaron que no hubo acto homicida.

Sin embargo, Macri logró su propósito. La causa –declarándose incompetente Palmaghini- quedaría a cargo de un juez amigo de Stiuso, con el fin de que cite a CFK y el ex agente sigue libre.

Pistolas Taser habilitadas por la Corte Suprema para uso de la Policía Metropolitana. El Gobierno porteño ahora las puede comprar, como lo quiso Macri desde que fue Jefe de Estado de CABA.

Son eléctricas, descargan 400 voltios en cinco segundos, provocan dolor extremo y hasta la posibilidad de muerte inmediata. Para el PRO no son letales y la Corte le otorgó la razón, pese a que las Naciones Unidas las denunció como “forma de tortura, trato cruel, inhumano y degradante”.

Más despidos de Michetti en el Senado.

Añadió 400 a los desvinculados en diciembre, suma 2400. Actuó invariablemente por decreto y contra gente de planta.

Macri sigue vaciando la Secretaría de Comercio. Acaba de producir 300 ceses más (desde diciembre fueron en total 769) de empleados con años de antigüedad y contratos que vencen el 31 de marzo. Pertenecían a áreas claves para combatir la inflación: Precios Cuidados, Consumo Protegido, Lealtad Comercial y Defensa de la Competencia. El desguace es en defensa del gran empresariado para su desenvolvimiento sin control ninguno.

Por ejemplo, las cinco mil empresas más importantes en inversión y exportaciones se dejaron de inspeccionar y están fuera de posiciones arancelarias. Las Pymes hoy se ven expuestas a un próximo fin y obligadas a bajar empleo por la invasión de mercancías extranjeras.

El Gobierno, tras eliminar la regulación de exportación de alimentos del sector agropecuario derogó el Régimen Informativo de Precios, que monitoreaba a las empresas de envergadura obligándolas a comunicar todos los meses los precios de sus productos.

Tampoco existe el programa Consumo Protegido: los argentinos no tienen adónde denunciar abusos del empresariado y se disolvió el Sistema de Fiscalización de Rótulos para regular el engaño en las etiquetas.