Los países desarrollados y en vías de desarrollo expanden sus niveles de crecimiento de manera conjunta, resultado de la fuerte dependencia económica que les permite unir esfuerzos para consolidar altos índices de crecimiento, productividad o auge de mercados.

Las naciones ricas presumen de elevados ingresos per capita, adecuadas condiciones medico-asistenciales y bajos índices de desempleo. Otra de sus características radica en el elevalo crecimiento del Producto Interno Bruto, PIB, por un largo período y de manera sostenida.

Una de las cualidades que reflejan los países desarrollados consiste en el adecuado consumo proteínico y calórico por habitante.

Además, presentan un fuerte desarrollo del sector industrial, en relación con otras áreas de sus economías.

Estos países se localizan en Europa Occidental y Europa Oriental, incluyendo América el Norte. En Asia, los países que revelan mayor desarrollo son Japón, China y La India, los cuales destacan por su alta participación de mano de obra obrera, campesina, técnica y profesional.

Unión para avanzar

Desde el punto de vista socioeconómico, los países subdesarrollados tienen fuerte crecimiento demográfico, cualidad que interfiere y deja su efecto en el proceso de conformación de los hogares y las familias. Desde el punto de vista productivo, ofrecen a los mercados altas variedades de materias primas; en ocasiones la producción es de un solo renglón, convirtiéndose en países monoproductores.

Las economías de las naciones en vías de desarrollo son principalmente agrícolas o mineras, muchas veces en su fase extractiva. A partir de esta cualidad, destaca la importancia que tienen para las naciones desarrolladas. Sin embargo, suelen carecer de desarrollo industrial diferenciado.

Otro de los rasgos predominantes en los países subdesarrollados son los bajos índices de inversión, que se manifiestan en diferentes áreas productivas como: inmuebles, alimentos procesados o medicinas y equipos médicos. Suele observarse igualmente bajos niveles de ahorro, consecuencia de la falta de capital.