Internet puede ser pensado como una enorme biblioteca global. Y lo más asombroso es que cualquier individuo, sin importar el lugar del mundo donde se ubique, puede tener acceso a este inconmensurable entorno digital. En este último, el ocio, el conocimiento y el entorno laboral coinciden en un solo ciberespacio denominado Internet o la Red.

Internet es quizá el fruto más consolidado de la llamada globalización. Se trata de un ámbito donde se pueden hacer compras, ventas o promocionar cualquier producto o servicio. Es un foro en donde intercambiar información con cualquier persona o lugar del orbe. De modo que lo más característico de Internet es que nos permite interactuar a nivel planetario.

No es casual que a Internet se le visualice como una enorme red o red de redes. De acuerdo a su origen y objetivo, surge de una tentativa por vincular ordenadores entre sí, a manera de una gigantesca telaraña comunicacional. Este entramado está armado por medio de cable físico normal, red eléctrica, vía satélite, fibra óptica, etc. Es importante saber que la palabra Internet deriva del acrónimo INTERconected NETworks, que quiere decir, red de labores interconectadas.

El origen de Internet data de la década de 1960, cuando aparecieron algunos planteamientos teóricos que hablaban acerca de interconectar computadoras a través del envío de información en código binario. Así surgió la primera red interconectada de los anales de la tecnología y se dio la primera conexión informática-virtual entre las universidades de Ucla y Stanford.

A inicios de la década de 1970, los militares estadounidenses crearon una vasta red mundial de intercomunicación entre computadoras, la cual se fue nombrada como Arpanet. Esta última fue el crisol de Internet y los protocolos que manejaba fueron las semillas de los actuales protocolos TCP/IP que maneja la Red de nuestro tiempo.

Entre las décadas de 1980 y 1990 se crearon las herramientas requeridas para la formación del Internet que conocemos hoy en día: el software, hardware, el código html, los servidores para alojar los portales web, los navegadores para recorrer la Red, etc. Todo ello le dio acceso a millones de personas en el mundo a un cosmos de información con tan solo unos clics del mouse. También significó el origen de un novedoso esquema de negocio tomando como base los espacios virtuales, que fue bien aprovechado por firmas como Yahoo, eBay, Wikipedia, Google y Facebook, entre varias más.