Es la aprobación por parte de las autoridades de ciertos documentos o conductas que pueden ser muy controvertidas

La noción de legalización puede estar relacionada con dos clases de situaciones muy diferentes. Por una parte se refiere a legalizar un modo de actuar o comportarse y por otro tiene que ver con la legalización de un documento. Cualquiera de los dos casos implica un acto a través del cual ese documento o conducta quedan legalizados o aceptados de acuerdo a los procedimientos de justicia de cierta comunidad. De esta manera dejan de ser carentes de legalidad, falsos o incluso prohibidos.

La legalización puede entenderse como un acto por medio del cual algún elemento fuera de la ley, puede ser considerado como legal, tras haber efectuado los trámites necesarios. La legalización de documentos, por ejemplo, es la menos controvertida y más común. Es lo que se realiza por ejemplo, con los títulos de propiedad o los títulos universitarios. Por otra parte, los documentos de carácter internacional deben de ser aprobados por las legislaciones vigentes, esto es indispensable por ejemplo cuando es expedido un documento por medio del Estado.

Otra de las alternativas relacionadas con la legalización, más compleja y abierta a controversias, es la que implica legalizar conductas sociales o comportamientos que han sido tomados como ilegales hasta ese momento, pero cuya aprobación oficial implicaría un notable avance o transformaciones significativas en la comunidad.

En este caso, temas como el aborto, el consumo de estupefacientes, el matrimonio entre personas del mismo sexo y otras similares, son todas ellas difíciles de abordar y mucho más de autorizar por sus repercusiones sociales. Como quiera que sea, lo que identifica a todas ellas, es la necesidad de ser debatidas a fondo. En muchas ocasiones legalizar estos comportamientos o hábitos de vida está determinado por conceder derechos a personas que carecen de ellos. Esta sería la circunstancia de las parejas del mismo sexo que desean contraer matrimonio y no pueden hacerlo por cuestiones legales.

En otras ocasiones, la legalización se traduce en dejar de penalizar comportamientos que no son tomadas como delitos, pero que en el fondo tienen hondas raíces sociales o culturales. Un ejemplo de ello es el elevado número de embarazos en adolescentes.