La Torre de Babel, icónica y significativa edificación no sólo del pensamiento judeocristiano, sino del mundo entero porque en ella recae el mítico origen de las lenguas, ha generado polémica recientemente porque el canal Smithsonian presentó una arcaica tablilla de piedra, conocida también como la Estela de Oslo, con la que intenta mostrar que en verdad alguna vez existió dicha torre.

En el relato bíblico del Génesis, capítulo XI, se cuenta que la Torre de Babel la construyeron los descendientes de Noé, en la llanura de Senaar, para llegar hasta el cielo y que Dios castigó tal osadía confundiendo las lenguas.

Así, al no poder entenderse, los hombres abandonaron la construcción y se dispersaron. Esta es la raíz, según la Biblia, de la diversidad de lenguas que hay en el mundo.

El profesor de Historia de Babilonia en la Universidad de Londres, Andrew George, examinó en el video del canal Smithsonian la tablilla fechada hacia el siglo VI a. C., que fue encontrada en Babilonia hace más de cien años, pero a la que no se le había dedicado una investigación hasta ahora.

El historiador señaló que en dicha tablilla hay una estructura de siete pisos, escalonada y una figura humana que porta un cetro, al que él identificó con el rey Nabucodonosor II, famoso gobernante de Mesopotamia que conquistó Judá y Jerusalén y al que se le atribuye la construcción de los jardines colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo antiguo.

En la pieza hay dos inscripciones, una que dice: “Etemenaki, Ziggurat Babel” y que significa: “Torre del templo de Babilonia”, y la otra que hace referencia a la multitud de pueblos que se ocuparon, “desde el mar superior (el Mediterráneo) hasta el mar menor (el Golfo Pérsico)”, para su construcción. La primera, indicó Andrew George en una entrevista para Breaking Israel News, es prueba de la existencia de la Torre de Babel y la segunda podría explicar el origen del mito de las lenguas relacionado con esta torre.

Desde hace muchos años, se ha tratado de demostrar la realidad de la existencia de la Torre de Babel ubicándola en Babilonia y una de las fuentes que se han utilizado es un relato del historiador griego Herodoto, quien cuenta que al pasar por Babilonia, en el siglo V a. C., pudo observar una torre con una altura aproximada de 91 metros y cuya estructura estaba escalonada en siete pisos.

Se accedía a ella por fuera, siguiendo una escalera en espiral. El edificio estaba adornado con ladrillos azules esmaltados, que imitaban el color del cielo. En la cima de la estructura había un templo dedicado al dios Marduk, que era muy importante porque cada año había una celebración en la que el Rey renovaba su reinado en una especie de pacto entre aquel Dios y él.

El historiador español Juan Luis Montero, quien ha hecho investigaciones al respecto, sugiere que la Torre no pudo tener tal altura, sino que debió medir alrededor de sesenta metros y tener una base cuadrada de noventa para soportar el peso de la Torre.

Entre los historiadores hay consenso acerca de muchos aspectos de la construcción de la estructura, el color azul de la torre y que fue Nabucodonosor II quien ordenó construir en Babilonia el Zigurat para convertirla en su capital.

El lugar donde se piensa que estuvo la Torre se halla en una región conocida ahora como Al Qasr, en el sur de Bagdad.

La Torre de Babel ha sido tema de varias obras pictóricas de importancia, entre las que destacan La Torre de Babel (1563) de Pieter Brueghel el Viejo y Construcción de la Torre de Babel (1470) de Benozzo Gozzoli.