La antropología, Psicología y sociología coinciden en que el hombre es un ser biopsicosocial. Es decir, se desarrolla y se mueve consciente o inconscientemente en tres áreas o dimensiones: la biológica, psicológica y social.

La primera dimensión o parte biológica corresponde a su cuerpo. Cuando el hombre es consciente que es el único responsable de su propia biología, es decir del funcionamiento de su cuerpo, puede asumir que no culpará a nadie del cuidado o deterioro del mismo. Solo el tiene la obligación de cuidarlo, nutrirlo, asearlo, etc., en una sola frase: darle el mantenimiento adecuado para que esté en óptimas condiciones.

Sin embargo, cuando esta conciencia no existe, el descuido y los excesos le llevarán a deteriorarlo de una manera peligrosa e irreversible. El cuidado óptimo se manifiesta en Salud; la desatención, en enfermedad

La segunda dimensión o parte psicológica corresponde a su mente. Esta, recibirá a lo largo de la vida, influencias buenas y malas, (experiencias traumáticas), es decir, impactos positivos y negativos que formarán un bagaje teórico del cual se echará mano una vez que queden grabadas en la base de datos de la mente, dando pie a los así llamados recuerdos; generando una forma de pensar que se evidenciará mediante la conducta que se observa en un individuo. Y que, en un momento determinado le permitirán solucionar los conflictos que se le presentan quizá con diálogo, armonía y buena actitud o bien con gritos, golpes o llanto.

Cuando se es consciente del asunto, el ser humano buscará proyectarse como persona madura, seria y responsable; sin embargo cuando no se tiene consciencia de esto, no le importará cuan antisocial sea su conducta

La tercera dimensión o parte social corresponde netamente a tomar consciencia de que no se vive solo. Hay mas seres como él a su alrededor.

Quiera darse cuenta o no, deberá interactuar con ellos estableciendo relaciones que serán de mala o excelente calidad pasando por los cualitativos existentes entre estos dos extremos. Si tiene los recursos suficientes que la parte psicológica debe aportar, entonces el área social cuidará de mantener relaciones maduras con sus semejantes, por el contrario si no es así, las relaciones serán pésimas, infructuosas y desastrosas

Ahora bien, el ser humano enfrenta constantemente situaciones que reconoce como superiores a sus fuerzas, ante las cuales se siente débil, indefenso o sin salida.

Entonces consciente o inconscientemente busca en una instancia diferente a las tres ya mencionadas, esto es, en la divinidad. Esta acción nos señala una cuarta dimensión no reconocida: La espiritual. Y se manifiesta en algo que se llama. Fe

Esta última dimensión es tan fuerte, que es capaz de transformar la vida del ser humano. No en vano se dice que "la fe mueve montañas". La fe se posiciona por encima de las otras tres, se puede convertir en la regente y guiar al ser humano a sentirse invencible. Es la menos reconocida pero se torna en la mas efectiva en el momento de enfrentar los conflictos, por muy difíciles que estos sean. Por tanto, esta dimensión también debe ser atendida, observada y cultivada de manera plena y absoluta

El hombre pues, quizá debiera ser reconocido como un ser biopsicosocial-espiritual.