La proteína es una parte clave de la dieta y debe consumirse desde el comienzo del día. Debe provenir principalmente de productos saludables y no de platos grasos y calóricos. Debido a que las proteínas tardan más en digerirse que las comidas ricas en carbohidratos u otros nutrientes, pueden mantenerte lleno durante mucho tiempo.
En muchos estudios, el hábito de un desayuno rico en proteínas se ha relacionado con el control o la pérdida de peso. Las proteínas sacian y desencadenan hormonas que suprimen el apetito. Comer un desayuno rico en proteínas puede hacer que comas menos durante todo el día, incluso por la noche. La proteína también ayuda a estabilizar los niveles de azúcar e insulina, lo que brinda una mejor concentración y energía. La cantidad ideal de proteína para el desayuno es de unos 30 gramos, pero vale la pena.
Desayunos ricos en proteínas
Los productos que contienen más proteínas incluyen, entre otros huevos, frijoles negros, salchicha magra de ave, yogur griego, requesón y mantequilla de maní. Gracias a ellos, los desayunos al inicio contendrán una gran cantidad de proteínas. Esto es lo que debe preparar: