En una fase de transformación como la adolescencia, el deporte es muy importante. Aquí se ilustran todos los beneficios físicos, pero sobre todo mentales.
El deporte que se practica en la infancia y la adolescencia es tan importante que puede reducir el riesgo de contraer ciertas enfermedades en la edad adulta, como la demencia y la enfermedad de Parkinson. Este es el resultado de una investigación realizada por la Universidad de Deakin en Melbourne que ha demostrado cuánto es crucial practicar deportes desde los primeros años de vida para prevenir un déficit cognitivo.
Lamentablemente, cada vez más jóvenes, por razones de estudio o simplemente por aburrimiento y pereza mental, deciden abandonar la actividad física.
La importancia de la actividad física en la adolescencia
El deporte, además de ser importante para el desarrollo saludable y armonioso del cuerpo, es fundamental porque promueve el crecimiento cognitivo, emocional y social. En este período de la vida, tan rico en cambios físicos y no físicos, practicar deportes te hace más consciente de la nueva identidad corporal.
Además, al aprender la importancia del compromiso, el respeto por las reglas y la tolerancia, los jóvenes se miden con sus habilidades y con los demás.
Potencial educativo
Las actividades deportivas ayudan a los adolescentes a canalizar los instintos agresivos de una manera socialmente aceptada, ser responsables, tomar iniciativas, socializar y cooperar.
Además, enseña a pensar y ser proactivos.
El gran potencial educativo del deporte que, como la familia y la escuela, transmite valores, principios y experiencias de la vida es realmente grandioso. Un equipaje muy importante porque ayuda a dar forma a la personalidad.
Siempre hay una motivación para elegir un deporte
Una de las razones principales es el deseo de que los niños sean notados por otros: la práctica de un deporte, de hecho, podría hacerlos populares e importantes.
A esto se agrega el deseo de disfrutar los desafíos y experimentar algo en lo que nos sentimos o somos buenos.
Además, a partir de los 13/14 años, los niños comienzan a darse cuenta de que el estado físico y las habilidades son factores importantes: se divierten haciendo ejercicios y juegos.
Además, los adolescentes que practican deportes tienen más confianza, porque la práctica deportiva mejora la estima y el movimiento sirve para controlar las emociones y combatir el estrés: por lo tanto, pueden liberar tensiones, ansiedad y cansancio derivados de la escuela y el estudio.
Y para los padres, los niños deben ser apoyados y alentados, evitando expectativas demasiado altas y presiones exageradas, utilizando críticas constructivas y siempre tratando de satisfacerlos por sus éxitos.