Moda

En los tiempos que corren, la moda es sinónimo de desarrollo económico. Ahora no se trata sólo de prendas de vestir que se vuelven tendencia, sino de un sector que pesa cada vez más en las cuentas de los países desarrollados. La industria de la moda se ha convertido en la carta ganadora de muchas economías mundiales y representa una estrategia con la que se le puede sacar provecho a la identidad cultural y estética de una sociedad.

Uno de los ejemplos mundiales de esa fórmula ganadora entre moda y finanzas es el de Bangladesh. El país asiático ha logrado estructurar su sistema económica aprovechando las ventajas de la industria textil para sacar a sus ciudadanos de la condición de pobreza extrema. Más del 70 por ciento de los ingresos de este país ahora dependen de la moda.

En América latina, en cambio, la joya de la economía de la moda es Perú, donde el 27 por ciento de la población económicamente activa está trabajando en la industria de la moda. Más del 97 por ciento de las empresas están en el sector de la moda y de la artesanía. La moda es más que un sombrero extravagante, unos zapatos que atraen la atención de los consumidores o una chaqueta que todos quieren llevar. Y pagan por ello. La economía de la moda ahora es un negocio internacional rentable del nuevo mundo.

En este espacio esperamos poder brindar una panorámica de lo que está ocurriendo en el mundo de la moda más allá de las noticias superficiales sobre lo que se lleva puesto en la temporada. Nuevas estrategias comerciales de expansión, retratos de los personajes que marcan la pauta en la industria de la moda y tendencias de mercado son algunos de los temas que profundizaremos con un lenguaje sencillo y directo. Se trata de conocer el lado económico y a veces político de la fashion industry, que cada vez está conquistando más territorios en América latina y en México.