La mayoría de los jóvenes que se encuentran próximos a hacer la elección de una carrera universitaria no harán dicha elección, con base en un estudio o proceso de orientación vocacional. Así es, una de las decisiones más importantes que deben tomarse durante la vida joven se basarán, en su mayoría, en opiniones de amigos y familiares, modas, falsos estereotipos o el ya muy común factor de la ausencia de asignaturas relacionadas con números y/o matemáticas.
La elección de carrera debe ser tomada de acuerdo a diversos aspectos como los intereses reales, habilidades, cualidades, capacidades, situación económica y demográfica de cada estudiante.
La importancia de elegir una carrera universitaria es crucial y no sólo para el desarrollo profesional y económico de los individuos, también lo es para su desarrollo humano. Los errores en la elección de carrera producen frustración, deserción escolar, subocupación laboral, daños psicológicos e impactos en la autoestima de los jóvenes que afectan también a sus padres.
La orientación vocacional y la elección de carrera deben concebirse como un proceso, mediante el cual los estudiantes adquieran consciencia de la trascendencia que la decisión de una carrera tendrá en su vida y que no puede ser una elección de un día para otro, es por esto importante el acceso oportuno y confiable a servicios de orientación vocacional y profesional.
En México las asignaturas de orientación vocacional están poco valoradas, existe una deficiencia en la oferta de estas, mismas que debería proporcionar herramientas a los estudiantes para ayudarlos a definir quiénes son, qué quieren y permitirles obtener un panorama de conocimiento completo de sus intereses y aptitudes, para hacer una acertada elección de carrera.
Los errores en la elección de carrera también generan pérdidas económicas para el país, pues el costo promedio de una licenciatura en una universidad pública por alumno es de $ 120,000 y según el Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS) entre el 30% y 40% de los jóvenes mexicanos se equivocan al elegir una carrera.
Además la OCDE en su publicación "Políticas prioritarias para fomentar las habilidades y conocimientos de los mexicanos para la productividad y la innovación" menciona que el 30.9% de los empleadores mexicanos enfrentan dificultades para encontrar personas, con las competencias necesarias para cubrir sus vacantes y este artículo podría continuar con estadísticas desoladoras.
La vocación podría determinarse desde edades tempranas, seguramente han notado que los niños durante y mediante el juego desempeñan algunos roles profesionales con más frecuencia que otros, que tienen mayor destreza para ciertos deportes, que se interesan más por algunas asignaturas o por la artes.
Es importante considerar que la asignatura de orientación vocacional se imparta desde niveles básicos de Educación, si los errores de elección de carrera son económica y emocionalmente caros. Es hora de rechazar la idea de que el futuro de los jóvenes lo resolverá el resultado de un solo instrumento o test vocacional.