Escribir de forma correcta no es sólo respetar las reglas ortográficas que nos indican el uso adecuado del lenguaje, va más allá, habla bien de la persona que redacta determinado texto para presentarlo, sin importar la profesión o ámbito en que se desarrolle.

La ortografía como parte de la gramática es la base del lenguaje y es el principio de una comunicación correcta; ésta acompaña a la redacción en la ardua tarea de escribir adecuadamente.

En la actualidad, en México, no tenemos el hábito de leer y desconocemos nuestro propio lenguaje, por tal motivo ignoramos como se escriben las palabras. Esto afecta en esos momentos en que por necesidad o por cumplimiento tenemos que escribir algún texto, como un informe, un memorándum, un ensayo o simplemente un correo electrónico.

Hoy en día la tecnología nos ha ayudado, y a la vez perjudicado, en hacernos más sencillas las tareas, el uso de la computadora ahora nos permite corregir de manera automática las faltas de ortografía, aunque en ocasiones incluso teniendo estas herramientas podemos equivocarnos, porque simplemente no conocemos nuestro idioma español.

Una excelente ortografía y una buena redacción son tan necesarias ya que nos comunicamos más de manera escrita que por otros medios.

En la tarea educativa es fundamental la escritura correcta de las palabras y el uso adecuado del español pues nos ayudará a una mejor comunicación.

El problema de los errores ortográficos y de redacción corresponde no sólo a un problema escolar, también a un problema personal, se necesita de mucho empeño y dedicación en las aulas, así como de toda la disposición de las personas que aspiren a tener una excelente ortografía.

Lo que va escrito tiene que estar impecable, por lo menos en lo que a ortografía se refiere, eso debería de suceder en todos los campos, educativos, laborales o profesionales donde el uso de escritos es fundamental.

Refiriéndonos al campo educativo no sólo es la enseñanza en las aulas sino también las actividades que se realizan fuera de los salones, pero aún dentro de las escuelas. Una persona que trabaja en una Escuela necesariamente debe tener una buena forma de comunicación escrita y por tal motivo trabajar diario en tener una buena ortografía, incluso si no forma parte del cuerpo docente.

Administrativos, directores, prefectos, orientadores, coordinadores y todos los que trabajamos en un recinto educativo debemos crearnos el hábito de leer y, no sólo aprender ortografía en un curso sino, practicar la escritura correcta de las palabras día con día.

La excelente ortografía se obtiene con la lectura y con la práctica diaria de la escritura, tareas que deben de realizarse no sólo en un curso por obligación sino por convicción.

En el ámbito docente tendría que ser un requisito indispensable, aunque en muchas ocasiones nos hemos encontrado con pizarrones repletos de información y una que otra palabra mal escrita, ¿en realidad podemos predicar con el ejemplo sí el error es de nosotros?

El docente tiene por obligación conocer su idioma y conocer la forma correcta de escribir las palabras, sólo así podemos hablar de docentes bien preparados para enfrentar los problemas de lenguaje en los alumnos.

No seamos irresponsables culpando a otros, mejor ayudemos a los demás a que logren sus objetivos, incentivemos a los alumnos y compañeros a que lean para que enriquezcan su vocabulario y escriban correctamente. Contar en nuestros días con una excelente ortografía, más allá de ser un requisito académico, debe convertirse en un hábito.