Algunos especialistas coinciden en que la mejor opción para un gato doméstico es la castración. Esto evita muchos problemas, tanto para ellos como para sus dueños.
En el caso de las hembras, se realiza esta operación para evitar que se reproduzca y nazcan gatos a los que se les debe buscar hogar, además de evitarle ciertas enfermedades como tumores, quistes en los ovarios, etc. En el caso de los gatos machos, la castración se lleva a cabo para evitar comportamientos agresivos y territoriales. La intervención a los gatos machos es mucho más simple que la de las hembras.
Después de este tipo de cirugía, los gatos se vuelven más tranquilos, más sociables y menos agresivos. Aunque tienden a la obesidad, por eso es aconsejable que lleven una dieta equilibrada.
Pero hay que tener en cuenta que la castración de un gato no acaba con la operación. Tras esta intervención se deben realizar unos cuidados para la pronta recuperación del felino.
Lo principal es crear un área de confort para el animal. Un lugar tranquilo, libre de ruidos y que no sea de paso. A ser posible una habitación separada de la casa, cómoda y tranquila. Eso facilitará mucho su recuperación. Por supuesto, evitar que durante uno o dos días se mueva mucho. Por lo tanto, esa habitación estará provista de todo lo que el gato necesite.
Muy importante que el gato no coma durante las primeras horas después de la operación. Esto podría provocarle vómitos a causa de la anestesia. Pasadas esas dos o tres horas se le puede ofrecer algo de comida, en poca cantidad, pero si la vomita se le debe retirar en ese mismo momento hasta el día siguiente. Siempre debe disponer de agua limpia y fresca cerca de su lugar de descanso.
Ten paciencia y no te preocupes si los primeros días tu gato no come ni bebe lo suficiente. Es algo normal después de una operación. Vigila que beba el agua necesaria.
Los puntos de sutura es algo a lo que no hay que tenerle miedo. Revísalo varias veces al día. Procura que tu gato no se toque ni se chupe esa zona porque podría infectarse o quitarse los puntos. Para evitar que la herida pueda abrirse debido a que tu mascota se muerda es aconsejable que lleve un cono de plástico o collar isabelino, que facilitará la cura. Además, habrá que hacer una serie de curas que ordenará el veterinario, así como los medicamentos o antibióticos que hay que darle. No se debe lavar ni limpiar esa zona a menos que el veterinario lo aconseje, y por supuesto con los productos pertinentes.
Las primeras horas post operatorias serán las más importantes y en las que hay que estar más pendiente del felino. Puede vomitar, tener fiebre, decaimiento, Por eso el último consejo, pero no por ello menos importante, es que hay que darle mucho cariño, mimarlo mucho y estar muy pendiente de él, hacer que se sienta arropado.
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