Cuando todavía se producía Televisión con calidad, buen gusto, respeto al televidente y con los pocos recursos técnicos y económicos con se contaba, surgió en el año de 1969 la serie de televisión “Los Beverly de Peralvillo”.
Esta serie es digna de estudio para las nuevas generaciones, ya que en ella se retrata el amor por la Familia aun cuando la situación económica sea difícil de llevar.
Un matrimonio entre “La Pecas” y “El Borras” que crece con la llegada de la suegra y sus familiares a vivir con ellos, crearon situaciones que llenaban de risa los hogares mexicanos de la época.
Esta serie conto con un gran elenco artístico entre los que se destacan:
Guillermo Rivas como “EL Borras”, taxista de tiempo completo que por amor su esposa “La pecas” aguantaba todos los actos que realizaban su familia.
Leonorilda Ochoa como “La Pecas”, fiel esposa del Borras, era un típico retrato de la mujer mexicana de la época; fiel, sumisa, aguantadora y protectora de su familia
Arturo Castro como “EL Bigotón” fiel amigo del Borras que lo acompañaba y cuidaba en todas sus aventuras
Amparito Arozamena como “Doña Chole” madre de “La Pecas” y suegra de “El Borras” a quien le hacía pasar los tragos amargos de sus caprichos.
Sergio Ramos como “EL Comanche” fiel servidor público, agente de tránsito cuya característica principal era su actitud de ser anti-corruptible -algo que a muchos mexicanos les vendría bien ser así-.
Se negaba siempre a recibir dinero por las faltas de transito cometidas por la gente y lo único en donde si “doblaba las manitas” era una buena cena al lado de la familia.
Cesar González como “El Abuelo”, Eduardo Lugo como el tío cuya frase “No somos nada” se hizo famosa para ejemplificar la solución de cualquier problema.
Ojalá y las televisoras voltearan a ver que a las familias mexicanas, les hace falta este tipo de series para volver a reunirlas en la sala y disfrutar un rato agradable sin sexo o violencia extrema.