Dentro de los cambios que realizó Don Porfirio Díaz en el país, no se puede dejar de mencionar la creación de edificios de sofisticada belleza en arquitectura, adornados con materiales de primer nivel que hasta el día de hoy son muestra de la elegancia y buen gusto del dictador.
Entre ellos podemos mencionar primeramente el Paseo de la Reforma, cuya avenida es la más bella de México
reconocida a nivel mundial.
La Columna de la Independencia mejor conocido como El ángel de la Independencia, es el símbolo que distingue a México ante el mundo.
El Palacio de Bellas Artes, digno ejemplo de una majestuosidad dirigida al arte y la cultura.
El Palacio Postal o Edificio de Correos, cuyos barandales y ornamentación demuestran el estilo y buen gusto.
El Museo Nacional de Arte, antes conocido como el Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas.
El teatro Juárez en Guanajuato; El monumento a la Revolución; El Hospital general de México; La plaza Manuel Tolsa y La Antigua Aduana Marítima de Tampico, entre tantas obras que dejó como legado para hacer de México una nación digna de belleza y esplendor.