Se trata de seres vivos que pueden sentir y actuar por su propio impulso, en un entorno silvestre o doméstico

Se denomina como animales a todos los seres vivos que son capaces de sentir y moverse por impulso propio, pero que a la vez se distinguen de los humanos por carecer de razón. De manera que casi todos los animales cuentan con sentidos como la vista, el oído o el olfato a un alcance superior al que son aptos los seres humanos, pero no pueden razonar y por ello actúan principalmente por un instintivo comportamiento.

Desde los orígenes de la vida, los animales han habitado nuestro planeta y no han sido simplemente medios o instrumentos de subsistencia para los humanos, sino que también han llegado a ser compañeros valiosos e insustituibles. De acuerdo a lo que se desprende de la historia de la humanidad, desde los tiempos ancestrales y hasta la actualidad, los animales han sido y son el principal recurso de alimentación de los hombres.

Pero además, los animales han servido como medio de transporte para llevar carga o personas de un lado a otro. En este sentido, animales como camellos, mulas, caballos, llamas y burros han sido de gran provecho para este cometido en diferentes regiones del mundo.

De entre los animales en general, cabe distinguir a los animales domésticos y los animales salvajes. Los primeros son aquellos que habitan en casas para servir de compañía a las personas.

Algunos de los animales domésticos más frecuentes de hallar en los hogares son los perros y gatos, aunque también hay otros que pueden ser tomados como animales domésticos, pero que su integración a este concepto no se haya tan extendida como lo están canes y mininos. En este caso tenemos a los conejos, tortugas, loros, hámsteres, pájaros entre varios más. A los animales domésticos también se les suele nombrar como mascotas o animales de compañía.

Por lo que se refiere a los animales salvajes, son aquellos que habitan en total libertad en un hábitat determinado y no han sido domesticados por los humanos. De modo que estos últimos no podrán de ninguna manera integrarlos a sus actividades cotidianas por su modo de actuar principalmente instintivo. Los animales salvajes son, por antonomasia, de comportamiento libre, impulsivo e inesperado.

De manera que un tigre salvaje que no ha sido sometido a un proceso de domesticación o adiestramiento durante un cierto periodo, no podrá estar cerca de la gente sin que existan riesgos.