En la actualidad, los acontecimientos traumáticos que sufre una persona bajo diferentes circunstancias tienen secuelas en su vida; si no son bien dirigidos por especialistas pueden provocar un peor daño. Pero ¿qué determina que una persona sea más resistente que otra ante hechos de esa índole y que sepan manejar de una manera favorable dichos acontecimientos para darle un giro positivo en su vida, y que de esa experiencia negativa surja un cambio que haga crecer en su vida personal a dicha persona? La Resiliencia.

¿Qué es?

Entendida como la actitud que tiene una persona para afrontar tragedias, traumas y amenazas que causan un estrés exagerado y lograr adaptarse de una manera eficaz en el medio social que lo rodea.

Ser resiliente no quiere decir que no se exprese ni se sienta el dolor emocional, si no saber manejar ese dolor, darle un nuevo enfoque y utilizarlo para crecer como ser humano. Las circunstancias que pueden causar una crisis emocional fuerte pueden ser la muerte de alguien importante, una enfermedad, el perder un trabajo, problemas económicos, entre otros, lo importante es saber cómo reaccionar ante estas problemáticas. Hay personas que son más resistentes que otras, porque ya viene en su código genético, por otra parte hay otras que aprenden a serlo, de ahí radica la importancia de educar desde la infancia a ser seres resilientes.

Las características que prevalecen en una persona resiliente son:

  • La confianza en sí mismo: este es un factor fundamental ya que si la persona tiene amor a sí misma, sus habilidades pueden ayudar a tener el control de su vida y son capaces de lograr sus metas.
  • La autonomía personal: consiste en que la persona sea capaz de tomar decisiones por sí misma y afrontar las consecuencias que pueden traer consigo esas decisiones.
  • Iniciativa: con esto puede generar puntos positivos de una situación negativa y así equilibrar su inteligencia emocional.
  • Proactivo: la persona está consciente de su pasado para poder cambiar su futuro, en otras palabras, aprende de sus errores y trata de corregirlos.
  • Autoestima: todo lo que se piensa se realiza, se va a construir y los acontecimientos negativos que surjan no derrumbarán los cimientos de ese ser humano si su autoestima está elevada.

Estos criterios son fundamentales para que una persona pueda ser resiliente.

En ocasiones estos elementos son parte de la personalidad o la identidad de un individuo, otras, deben de trabajar constantemente para poder lograr fortalecer dichas características, para cuando se presente una situación de crisis, puedan afrontarla y no presentar daños físicos ni emocionales.

¿Cómo logró ser resilente?

En la época actual ser resiliente es de gran importancia, ya que nuestra sociedad está evolucionando a pasos agigantados en diferentes aspectos, como son el cultural, económico, tecnológico y social, por ello los padres tienen que educar a sus hijos para que lleguen a ser adultos resilientes teniendo en cuenta los siguientes escenarios:

  • Entorno familiar: donde el niño debe de sentirse seguro y feliz, los padres de familia deben de crear a niños seguros de sí mismos, capaces de resolver problemas por más sencillos que parezcan.
  • Entorno escolar: donde los profesores le deben de dar importancia a este tema, y de igual forma deben brindarles seguridad y apoyo a sus estudiantes ante los diferentes problemas que existen durante su formación.
  • Entorno social: si bien es cierto que es imposible mantener alejados a los menores de situaciones poco deseables en una sociedad como la nuestras, lo mejor que podemos hacer es prepararlos para lo que ya tenemos cerca de nosotros. Recuerda que es mejor darles armas para que se defiendan como lo son las palabras, los argumentos y la información a llenarlos de escudos falsos como lo son falacias como que si uno es bueno, siempre le va a ir bien en la vida. Lamentablemente, eso no sucede así y es de mayor frustración para ellos el darse cuenta de esta realidad de la peor manera posible.

La resiliencia es un tema que se debe de trabajar desde el nivel familiar hasta el nivel laboral; desde el punto de vista familiar se reflejará en la identidad de la persona, ya que este núcleo mantiene su propia estructura y reglas, de tal forma que fortalece la esencia de los integrantes para crearlos sanos emocionalmente y poder convivir en otras estructuras sociales, volver seguro a un niño es tarea compleja ya que los padres deben de ser adultos seguros y con un alta autoestima que llenen de amor y disciplina para poder motivar la capacidad humana de sus pequeños.

Es necesario tener la comprensión y ayuda entre padres que con el ejemplo guiarán al niño, mediante un red de experiencias, sucesos, y relaciones afectivas que van cohesionando el nivel familiar a través de la generaciones en un núcleo familiar.

Resilencia en el trabajo

Otro aspecto es la resiliencia en el campo laboral, por lo que las empresas hoy en día tienen que capacitar a sus empleados para que sepan manejar sus emociones dentro de la misma y se pueda mejorar el clima laboral, este ámbito por desgracia es el más desfavorable dentro del desarrollo humano ya que suele ser muy estresante debido a las condiciones laborales, horarios, comodidad del lugar, sueldo, relaciones interpersonales con compañeros y jefes, tiempos cortos de entrega de trabajo; llevando al empleado a generar altos grados de estrés, negatividad y fracaso.

Debido a esto las compañías deben de fortalecer diversos puntos como beneficiar las relaciones entre empleados de una manera empática, para que se logre una identificación como compañeros de una misma empresa y se genere un ambiente positivo que no cause estrés alguno. Otro punto es que se realicen y apliquen reglas y normas con conformidad de todos para generar una convivencia sana en todos los niveles estructurales de la empresa y promover el aprendizaje mutuo a fin de originar la empatía en los empleados.

Plantear metas a corto y a largo plazo para fomentar el autoestima de los trabajadores y algo fundamental es la toma de decisiones ya que esto afectará a toda la empresa por lo que deben hacer partícipes a todos los integrantes para que puedan expresar su descontento y se pueda modificar a tiempo logrando así el clima laboral perfecto o al menos un poco mejor de lo que se tiene.

De esta forma la resiliencia en los empleados será potenciada y con ayuda de una vida sana, con ejercicio y alimentación correcta se mejorará la capacidad de sobreponerse a situaciones de estrés.

Como se puede ver, la resiliencia es de suma importancia en todos los ámbitos de nuestra vida para poder llegar a desarrollarnos y vivir plenamente, por lo que nuestros pensamientos, decisiones y modo de ser y sentir juegan un papel fundamental en la edificación de nuestra vida, así es que hay que aprender a adaptarnos y superar los conflictos que se presenten, de todos modos, son parte de nuestra vida.

¿Y dios?

Además de alimentar la mente y el cuerpo hay que detenernos a pensar cómo está nuestra espiritualidad, en algunas circunstancias ésta es un punto de apoyo para poder superar situaciones traumáticas o difíciles.

Tener fe en algo trae consigo una fortaleza espiritual y esto nos motiva a que a pesar de las dificultades y la tristeza que ello nos pueda acarrear, al ser resilientes traigamos la alegría, repercutiendo en el estado de ánimo y favoreciendo el estado de salud de una persona y de quienes le rodean.

Asimismo, es algo que si hoy lo hacemos por alguien más, en alguna otra ocasión esa persona lo puede hacer por nosotros logrando así una reciprocidad que se antoja en estos días. El enlace espiritual promueve la idea del futuro de una persona y esto la lleva a tener una vida libre de estrés y pensamientos negativos, por lo que ella misma puede desarrollar estrategias para tener una vida saludable y actuar de una manera efectiva dentro de circunstancias desfavorables, el ser humano debe de buscar herramientas que le puedan proporcionar seguridad física y mental para poder ser alguien resiliente.

No pregunte por qué, sino para qué

En conclusión, la resiliencia es parte de todo ser humano desde el punto de vista físico, ya que algunos científicos han demostrado que es parte de lóbulo izquierdo del cerebro, por eso, unas personas resisten más que otras. Por otra parte, otros autores dicen que es algo que se aprende y en otros casos que se hereda de generaciones pasadas pero definitivamente lo único palpable es que es vital para el desarrollo integral de la persona.

Se debe seguir trabajando y luchando por ser resiliente aunque no se vean los resultados a corto plazo, teniendo espíritu de éxito no te rendirás tan fácilmente y no se generará un descontento en la vida, además de que te volverá más disciplinado con tus metas y proyectos.

También se debe aprender a ser tolerante con ideologías diferentes a las que se está expuesto en todo momento, lograr tener una mente fuerte hará que no abandones tus proyectos y, por ende, te sientas frustrado.

Hay que tener valor para lograr el desapego de las circunstancias, personas o bienes materiales, aprender a soltar es importante para que un individuo se desarrolle en todos los ámbitos; salir de una zona de confort, para buscar algo más valioso, aunque implique pasar por panoramas negativos o difíciles, ya que al pasar ese puente, la satisfacción será enorme y te sentirás feliz y completo. Recuerda, si no sueltas, ¿con qué manos vas a sujetar lo que viene para ti?

Si no eres una persona resiliente por naturaleza no te preocupes que puedes llegar a serlo mediante diferentes hábitos como:

  • Se consiente de tus fortalezas y debilidades: debes de aprender a conocerte ya que es un arma importante para poder enfrentar retos y circunstancias adversas.
  • Se creativo: puedes modificar las circunstancias negativas en positivas, toda situación mala tiene algo bueno, sí, créelo, toda situación mala tiene algo bueno, aprende de tus errores y ocuparlos para poder salir adelante.
  • Confía en tus capacidades: al ser consciente de tus fortalezas y debilidades puedes tener la seguridad de que cumplirás tus metas y proyectos y tendrás tus objetivos como prioridad.
  • Asume tus errores como una oportunidad de cambio: piensa que todas las personas se equivocan, lo importante es estar consciente de tu error, y conocer por qué llegó ese error, modificarlo y usarlo para crecer como persona; si llega un momento de crisis, úsala a tu favor, no te dejes caer.
  • Ve la vida con objetividad: tienes que ser realista con lo que tienes, utilizar esos recursos para cumplir tus metas.
  • Rodéate de personas positivas: ellas te inyectarán de vida y de apoyo emocional en todo momento.
  • No intentes controlar situaciones que están fuera de tu control: ya que esto te estresará y te volverá inseguro; aprende a lidiar con la incertidumbre.
  • Enfrenta la desgracia con humor, tienes que ser capaz de reírte de lo malo que te pase, ya que la risa te mantendrá optimista y positivo. Es casi imposible cuando lo piensas pero si reflexionas al respecto sabrás que lo único y lo mejor que puedes hacer de eso que te sucedió pero siempre y cuando hayas aprendido para ser mejor.

Recuerda que la vida es sólo una y que circunstancias adversas siempre estarán presentes lo importante es saber encausarlas para que no logren dañarnos.

Se feliz, busca ser una persona plena y si sientes que no hay salida busca a un especialista que te ayude a afrontar la situación, aprende a degustar los múltiples sabores que nos tiene la vida preparados. Vive, aprende y disfruta, aún hay mucho por hacer y más cosas por lograr pero siempre piensa que jamás dejaremos de aprender y es eso lo bello de la vida, ya que siempre nos tiene una nueva lección. Por cierto, ¿aprendiste de la última que tuviste? Yo sí, y pensar que si no hubiera pasado no estaría escribiendo aquí, es fantástico. ¡Buenos pasos!