Elvis presley era una leyenda viva, y rara vez se menciona su nombre cuando alguien no sabe quién es. Desde el comienzo de su carrera, Elvis Presley pudo haber escogido a cualquier mujer que deseara. Si bien amaba y se preocupaba profundamente por su ex esposa, Priscilla presley, había un secreto que Elvis guardaba, uno que le causó muchos años de dolor y soledad.

¿Debería Elvis haber elegido a Ann Margret?

Según un nuevo informe de Hollywood News Daily, la única mujer en la vida de Elvis Presley que realmente amaba y confiaba de verdad era la actriz Ann Margret.

Los fanáticos pueden estar en desacuerdo al afirmar que Elvis Presley solo amaba a su esposa, la madre de Lisa Marie, Priscilla Presley, pero había mucho más en la historia de lo que algunos podrían saber.

Elvis Presley escondió su dolor secreto durante años

Los más cercanos a Elvis han estado de acuerdo, aunque Elvis adoraba a Priscilla, no era un amor apasionado. Era un amor de inocencia y admiración. Vio Priscilla principalmente como un niño, y luego una figura materna para su hija. Pero Elvis nunca vio realmente a Priscilla como mujer. Desde el momento en que Elvis y Ann miraron fijamente al set de filmación de Viva Las Vegas hubo una química acalorada sobre ellos, y era obvio que los dos estaban enganchados.

A pesar de tener a Priscilla en casa, Elvis pensó muy poco en ella cuando estuvo con Ann. Ella era a quien realmente amaba y consideraba su alma gemela. A medida que avanzaba la filmación, Presley y Margret se acercaban cada vez más y empezaba a pesar en la mente de Elvis cómo manejar la situación. La relación continuó creciendo intensa, y la atracción de Ann y Elvis entre sí era incontrolable.

Margret describe su pasión como salvaje, no era nada que hubiera sentido antes por nadie. Se hizo tan obvio para el equipo de filmación y el elenco que Elvis finalmente tuvo que tomarse un tiempo para sí mismo y descubrir qué iba a hacer con respecto a las mujeres.

Cómo la vida podría haber sido diferente

El amigo y guardaespaldas de Elvis Presley, Red West, habló de la relación de Elvis con Ann y la comparó con un "incendio en la casa".

Pero había que hacer algo, tomar decisiones. Elvis sabía que estaba enamorado de Priscilla, pero no era nada comparado con lo que sentía por Margret. Vio a Cilla como una niña inocente; alguien con quien quería casarse y tener hijos, alguien con quien ya había hecho una promesa y un compromiso..