Muchas veces surgen dudas sobre la mejor forma de bañarse, en este sentido se ha considerado que el baño en tina tiene mala reputación, porque algunos estudios médicos y de higiene advierten que reblandece el cuerpo y lo debilita. La ducha, por el contrario, se considera deportiva, viril y estimulante.
Sin embargo, a comienzos del siglo XX la higiene de los pioneros de la limpieza ascética, inspiró cierta repulsión por la higiene corporal y algunas religiones comenzaron a juzgar a los baños como depravadores. En la antigüedad pagana, los baños eran colectivos y espectaculares.
Allí, la gente de esa época, acudía no solamente por la higiene sino para pasar el tiempo, discutir y distraerse. Eran establecimientos muy importantes. Por ejemplo, las famosas termas de Caracalla podían recibir a 3 mil personas.
Investigaciones sobre la higiene corporal y su historia, demuestran que después del eclipse ocasionado por las guerras, las destrucciones y las invasiones bárbaras, el baño vuelve a surgir en el siglo XIII. El París del año 1292 contaba con 150 mil habitantes y, al menos, 26 baños turcos que iban prosperando y convirtiéndose en sitios de reunión, pero también de intrigas.
El escritor y profesor francés, Robert Merle, (1908 - 2004), describió muy bien la atmósfera de los baños turcos, bajo Enrique III.
Mencionaba que ciertamente, no eran sitios de muy buena fama. Luego la higiene empieza a avanzar lentamente. En 1790 aparece la bañera individual, con un cilindro para calentar el agua, el cual fue un descubrimiento del calderero parisino Honel. Extremadamente costosa, como el agua, la tina tardará dos siglos en volverse trivial.
Los estudios también señalan que el rey Luis Felipe, considerado como “el parisiense aseado” tomaba tres baños al año, gastaba para ello 3,20 francos mitigados, porque su esposa se debía bañar después de él, lo mismo que los hijos mayores, práctica muy extendida entre la burguesía antes de la última guerra, durante la cual se comenzó a disponer de agua corriente.
Los baños en tina requieren más gasto energético y de agua
Actualmente, se aconseja la ducha en lugar del baño para ahorrar energía. Los especialistas en higiene advierten que un baño en tina gasta tanta energía, como 5 duchas. Además, el agua limpia que se dispone no es inagotable en todas las comunidades. De acuerdo a las condiciones del clima, los médicos consideran que “una gran limpieza” semanal, ni demasiado caliente, ni demasiado prolongada, basta.
Las duchas son más comunes en climas cálidos
La buena solución parece ser una ducha diaria, eventualmente dos veces al día, en caso de transpiración abundante o de trabajos que ensucien mucho, además de un baño por semana. Es necesario destacar la importancia del uso del jabón, para la eliminación gérmenes que pueden provocar enfermedades.